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Fernando Giménez Giménez





Fernando acude puntual a la cita en la puerta de la Escuela de Artes desplazándonos bajo el sol plomizo de julio hasta el hotel Catedral. Ahí tiene lugar una conversación salpicada de constantes llamadas telefónicas cuya atención y respuestas ponen de manifiesto la vocación de servicio de este joven cofrade hermano de la Sacramental del Prendimiento y recientemente designado Secretario general de Nuevas Generaciones. Acude acompañado de Jorge Ponce, común amigo y fotógrafo al que se asigna el compromiso de inmortalizar la conversación que discurre entre cafés y zumos.



Las cofradías tienen que estar con los que menos fe tienen; ahí es donde tienen que ayudar


El primer pregón universitario pronunciado por un alumno, la presentación del cartel oficial, la televisión... ¿2009 ha sido tu año?
La verdad que 2009 ha sido un año intenso (y eso que aún no ha terminado) donde he tenido la oportunidad de hacer muchas cosas y descubrir otras. No obstante, no creo que porque se tengan tantos momentos buenos y malos se pueda ya calificar como este año del más importante de mi vida, aunque me alegra ver todo lo que ha pasado, incluidas las decepciones. Es verdad, por otro lado, que he comenzado en este año a estar en la política activa al haber querido el Partido Popular y los amigos de sus Nuevas Generaciones que sea yo su Secretario general. Todo me anima a trabajar mucho buscando servir a la sociedad a partir de mis convicciones y creencias, que son las que me sostienen y me propician criterio en las decisiones.

¿No tienes la sensación de ir muy deprisa?
La verdad que a veces he pensado en estas cosas y me ha dado un poco de miedo, porque cuando uno sube tiene también que bajar. No obstante, en ningún momento he perseguido nada. No he ido a hablar con nadie para ser pregonero o presentador. Lo he sido simple y llanamente porque me lo han pedido y yo he aceptado. Es cierto, por otro lado, que estas responsabilidades se deben asumir siempre y a veces te hacen pasar malos ratos y te quitan no poco tiempo. En cualquier caso, me siento muy orgulloso de haber hecho tantísimas cosas y haber conocido a tanta gente en mi corta vida.

Tras el veto no prosperado de unos, ¿qué se siente al saber que tienes amigos más poderosos que tus más poderosos enemigos?
(Sonríe) José Ramón, te diré que siempre me he enorgullecido de tener muy buenos amigos en todos sitios pero también te debo confesar que, aunque hasta no hace mucho creía no tener enemigos, he visto en los últimos tiempos que algunos han querido constituirse unilateralmente como tales. Quizá sea algo que siempre ocurre a quienes acceden a la vida pública y política pero, bueno, volviendo al núcleo de tu pregunta y sabiendo, además, por donde vas, no tengo constancia directa de que ningún "poderoso amigo" intercediera en ningún veto. Creo, mejor, que no todos podemos ir por la vida vetando y censurando a nuestro libre albedrío. Por ejemplo yo no puedo echar a nadie de NNGG por el simple hecho de que piense distinto a mí. Tampoco lo puedo hacer porque un día difiera esa persona de mis argumentos o mi forma de pensar. Ir por la vida con fusil en mano es peligroso y, además, contrario al Evangelio y a la moral. Ese fusil puede un día atascarse y otro, incluso, explotar la bala dentro del mismo, con enormes perjuicios para el pistolero. Por todo ello creo, sinceramente, que más que la mano de ningún poderoso estuvo la del sentido común, no sé si porque no quería rematarme o porque temían que aquello les estallara en las manos.


Me libré de los templos: sonreídme,
donde me consumía con tristeza de lámpara
encerrado en el poco aire de los sagrarios.

Tras tu paso por el seminario, ¿crees que alguien pueda pensar que pudieras escribir los mismos versos que Miguel Hernández?
Si de algo estoy orgulloso es de mi estancia, durante más de un año, en el Seminario. Agradeceré siempre al Rector, Juan Antonio Moya, su afecto y haberme permitido entrar y experimentar algo nuevo que me ha enriquecido tremendamente para el resto de mi vida. Siempre he sido una persona libre y en aquellos difíciles momentos en los que comprendí que mi vida debía estar fuera, en los que asumí que lo mío no era ser cura, vi claramente que la Iglesia es sinónimo de libertad porque se hizo lo que yo quería hacer, es decir, irme. No hubo ni un reparo, sólo comprensión y buenas maneras. Es verdad, por otro lado, que estar inmerso en los ambientes exclusivamente de clérigos no es algo que me haya gustado nunca. Aunque tengo grandes amigos sacerdotes, me alegro de no estar sumergido en un ambiente clerical porque una cosa es irte de cañas con tu amigo cura con el que puedes hablar de lo divino y de lo humano y otra muy distinta es ese ambiente clericalizado que al final aburre y que a mí personalmente me echa para atrás. En cualquier caso, y como siempre digo, sigo siendo creyente y si de algo no me puedo liberar es del Sagrario, pues delante de él es donde más libre soy. Alejado de él es donde reside la esclavitud de los hombres.

Mucho antes de llegar a la política ya empleabas un lenguaje 'políticamente correcto'... ¿estabas predestinado?
No sé en qué términos te refieres a lenguaje "políticamente correcto". Desde luego estoy en contra de la dictadura de lo políticamente correcto, que consiste en no permitirte hablar de determinados temas. Me considero una persona libre y he intentado siempre decir todo lo que pensaba, a pesar de que eso puede acarrear disgustos. Pero te diré que cuando uno dice las cosas dando la cara se te queda la conciencia bastante tranquila. Jamás me podría tomar el lujo de ir de anónimo por la vida o de decir unas cosas delante de unos y la contraria delante de otros. Pero, en fin, volviendo a lo que me dices, siempre he querido ser fiel a la educación que he recibido en mi casa. No soy de los que va por la vida, como te decía antes, con fusil en mano, sino que intento servir de ayuda, dentro de mis posibilidades, a todos cuantos me necesitan. Además, creo que en esta vida se puede ser libre a la hora de hablar, a la par que se es comedido y prudente. En ese sentido sí que intento ser políticamente correcto, pero sólo en ese sentido.

¿Qué te autoriza a hablar de 'Cristianos por el socialismo' desde otra organización política?
Algunos han querido compararme y han querido combatir mis palabras con este flaco argumento. Primero, yo no estoy en ninguna organización que insulta a la Iglesia y que la tilda, incluso, de leviatánica. Eso lo hacen Cristianos socialistas. Yo estoy en una organización que es libre y en la que puedo ser cristiano o no, pero que nunca se deja llevar por el insulto y las malas artes para con ninguna organización. Segundo, me siento, como no podía ser menos, en comunión con la Iglesia, que eso de ser cristiano, pero a la carta, eso no es ser cristiano ni ser nada. Tercero, me enorgullece ser cristiano y, también cofrade, pero está dentro de mi ámbito privado (lo cual no quita que no me de vergüenza decirlo). Con esto te quiero decir que no tengo porqué ir diciendo que soy cristiano para ganar puntos en mi partido ni en ningún sitio. Los puntos los debemos ganar ante Dios con nuestra conducta y forma de vida. En mi partido nunca me han preguntado por mis creencias. Estos socialistas, en cambio, quieren ganar puntos en su partido diciendo que son cristianos, como que representan a un sector del PSOE y por tanto tienen que tener cargos públicos. Y creo que es una auténtica bajeza. Como verás, las diferencias son abismales. Pero vamos, que animo a esos grupos a que dejen de llamarse cristianos, porque se dedican a amoldar el Evangelio a la ideología socialista, cuando, en realidad, deberían hacer justo lo contrario. Y, claro, amoldar lo que Dios ha dicho a tus intereses es muy grave y nada cristiano así que ojalá recapaciten y se llamen de otro modo.

¿Quién se beneficia más de quién: las cofradías de los políticos o al contrario?
Hay una simbiosis. Lo que no podemos es echarle la culpa a los políticos cuando lo que ocurre es que algunos de las cofradías son los primeros que quieren estar con los políticos y se sirven de las cofradías para codearse con ellos. Y cuando digo políticos me refiero, también a personajes ilustres o personas de gran abolengo. A partir de ahí, casi que a veces se prostituyen las cofradías porque algunos quieren prostituirlas y las mezclan no sólo con la política sino con todo. Utilizo esa fea palabra porque esa gente (que es muy escasa pero los hay) actúan no para beneficio de las cofradías, de la iglesia o de la fe sino en beneficio propio. Y ese es el problema. Los políticos estamos al servicio de la sociedad y debemos servir a las cofradías porque representan a un sector importante de la población y en ese sentido creo que el Ayuntamiento de Almería lo está haciendo actualmente muy bien, de sobresaliente diría yo. Mira el caso de la subvención, que ha aumentado cuantitativamente este gobierno municipal, o las tribunas, que aunque considero que donde están no es la mejor opción entiendo que el Ayuntamiento se limita a ponerla donde la agrupación le dice. Pero a partir de ahí el Ayuntamiento pone unas grandes tribunas, que tiene un precio elevado montar y se las dan de manera gratuita a la Agrupación y a los almerienses. En suma, las hermandades deben hablar con las otras instituciones pero sin protagonismos ni de unos ni de otros, sólo de las instituciones. Sólo así, como, por otro lado, ocurre la casi totalidad de las veces, se podrá conseguir que la Semana Santa de Almería llegue a donde debe llegar, en beneficio propio y también de Almería entera.

Ya que hablamos de vocación de servicio, el de las cofradías es un fenómeno que surge en Almería a finales del siglo XV y principios del XVI con una vocación de servicio, para cubrir las necesidades que un Estado entonces inexistente no podía atender. ¿Qué sentido tienen hoy en día las cofradías que el Estado sí cubre esas necesidades?
Es verdad que el Estado tiende últimamente a cubrirlo todo y nos dice cómo tenemos que comportarnos y qué es lo que tenemos que hacer. Y cree que puede crear derechos; el Estado puede protegerlos pero no crearlos y parece que ahora se nos dan derechos como regalos. La libertad no nos la da el Estado. El Estado quiere meterse en todo y aplicar una política social desbordada que al final es perjudicial en muchos casos... Porque es curioso que se nos venda una fastuosa política social cuando estamos viendo el drama del paro y cuando sabemos que organizaciones no estatales, como Cáritas, son las que están haciendo que la gente no pase hambre. Lo que debe hacer este Gobierno es luchar para que haya mucho trabajo, pues esa es la mejor política social. Por eso entiendo que la razón de las cofradías a día de hoy es procurar una asistencia religiosa y sobre todo ser el engarce para que haya gente que viva plenamente la fe. La fe no se vive por separado, la fe se vive en la Iglesia y eso es lo que deben hacer las cofradías. Lo más importante es la fe, esa vida cristiana que te da la fuerza para continuar en el camino y ahí tienen que estar las cofradías: con los que menos fe tienen porque es a los que hay que ayudar. Por tanto ahí tienen una labor que es inmensa y hoy día tiene que ser eso. Y la asistencia social no es tanto labor de las cofradías, que para eso están las ONG o las organizaciones de la Iglesia más preparadas para eso. En definitiva, que pueden ayudar, sí, pero principalmente en el plano espiritual.

¿Consideras meterse en política o es llevar hasta el extremo las creencias la inclusión en algunas protestaciones de fe de la defensa del derecho a la vida?
Eso no es meterse en política. ¿Tú crees que defender la vida es meterse en política? Nadie con un mínimo sentido común lo pensará. Ahora bien, de ahí a meterlo en la protestación de fe no sé yo... La defensa de la vida va en la propia declaración de que uno es cristiano. Cuando uno lo afirma tiene que defender la vida y lo de incluirlo en la protestación de fe es redundante. Cuando uno cree en Dios cree en la vida.

Qué curioso que se haya tachado a los obispos por meterse en política cuando criticaban esta ley, y no sé dan cuenta algunos de que las leyes a veces fallan y que las leyes a veces son malas y cualquiera puede opinar. Los obispos, tú, yo... ¡cualquiera! Y si una ley es un atentado contra el sentido común y contra la vida honra mucho a los obispos cuando dicen que eso está mal. Eso no es meterse en política; eso es defender el sentido común cuando un gobierno pierde el norte.


¿No parecen las cofradías la rama más socialista de la Iglesia?

Sinceramente no hay nada menos socialista que una cofradía. Aquellos que se la dan de socialistas dentro de las cofradías son los primeros que quieren cambiarlo todo diciendo que las cofradías no tendrían que tener mantos ni patrimonio y las cofradías no van por ahí. Es muy curioso que esta gente, que son los primeros en tener buenas casas y comodidades, quiera negar la propiedad privada a la cofradías, ¿pero qué se han creído? Las cofradías quieren dar la mayor gloria a Dios en todo momentos, como cualquier cristiano, y para ello quieren estar trabajando todos los días: para que su Virgen vaya lo más digna posible. Y eso va en nuestra cultura andaluza. Que una Virgen tenga un buen palio, por ejemplo, demuestra que una Hermandad trabaja muchísimo y lo hace no para beneficio de las personas sino de Dios. Puede que algunos no entiendan esto, y están en su derecho, pero deben respetar a los que sí creemos así.

Ley de memoria histórica y cofradías...
La ley de Memoria histórica lo que hace es eliminar por Ley todo aquello que está en edificios públicos. Debo decirte que como Ley deja bastante que desear y vuelve a demostrar las ansias del PSOE de eliminar fragmentos enteros de la historia de este país. ¡Claro que no defendemos el franquismo! Pero tampoco defendemos el olvido de nuestra historia, porque es ella la que nos enseña a no repetir los fracasos en el futuro. Es como si ahora en Egipto tiraran las pirámides; son el mayor ejemplo de la esclavitud en el mundo pero habría que ser ignorante e idiota para tirarlas abajo. En nuestra Semana Santa tenemos un paso, el del Santo Sepulcro, que tiene el antiguo escudo en su frontal. Cuando se mandó realizar esa obra de arte, el escudo legal era ese y eliminarlo supone una sumisión exacerbada de una ley injusta, porque las leyes no pasan por ninguna especie de filtro de infalibilidad. Imagino que la Hermandad sabrá hacer muy bien la cosas y no eliminará nada, porque nuevamente te digo que la ley dice que hay quitar esos símbolos de fachadas y edificios públicos, pero no puede meterse en la propiedad privada. Pero es más, puestos a decir, ese escudo no es inconstitucional pues se mantuvo hasta 1981. Sí son inconstitucionales, en cambio, esas banderas republicanas que se dejan ver en mítines y actos del PSOE.

Fotografías: Jorge Ponce

7 comentarios

Kiski dijo...

Bonito mitin...

Un Saludo

Anonymous dijo...

Una demostración de sentido común. Tengo mis diferencias con este hombre pero defiende con claridad sus posturas, hace falta gente así

S.P.Q.R. dijo...

Que Dios te bendiga. Coherente y comprometido. Un ejemplo.

José Leyva dijo...

Dice bien Kiski cuando afirma que esta entrevista es un bonito mitin. No lo condeno porque no me corresponde a mí juzgar a nadie y, de hecho, estoy de acuerdo con Fernando en todo lo que dice. Sin embargo, y aún siendo como soy militante del PP, soy de los que pienso que en una entrevista de este tipo, tan amablemente cofrade, sobran las referencias a partidos políticos y los dardazos al contrincante político.
Son opiniones, esta es la de Fernando... Y es tan valida como la mía, que opino que la religión a la carta es una respuesta a los errores de la Iglesia, o como la de un cofrade que sea socialista.
Creo que no debemos olvidar que la religiosidad popular estará siempre por encima de cualquier sigla, partido o color. Si nos sentimos realmente cristianos lo más importante es el amor y, por ende, la tolerancia y el respeto.
Fernando, mi opinión, enhorabuena por tu manera de pensar y, como creo que has politizado un poco la entrevista (y tendrás que seguir haciéndolo siempre porque así te lo mandará el partido), solo te pido que cuando hables de religiosidad popular ( que es de todo el pueblo)no la politices (resta más puntos de los que suma, me parece a mí).

Anonymous dijo...

Las Cofradías tienen que cumplir con los fines que establecen sus Estatutos o Reglas, que no es poco compromiso de apostolado. Habría que hacer todo un esfuerzo por no mezclar el ámbito político y el religioso, sobre todo, porque no podemos herir sensibilidades de distinto carisma espiritual, aun estando de acuerdo con las exposiciones manifestadas. De hecho el cánon correpondiente indica la separación de cargos de carácter político y eclesial. Un saludo para Fernando.

Miguel dijo...

Bonita entrevista. Comparto muchas cosas con Fernando y pese a las que no, me alegro de que alguien como el consiga lo que est´a consiguiendo

José Manuel Martínez dijo...

"Primero, yo no estoy en ninguna organización que insulta a la Iglesia y que la tilda, incluso, de leviatánica. Eso lo hacen Cristianos socialistas." Bonita acusación a la libertad religiosa y de pensamiento desde la ignorancia y el partidismo de un joven "de derechas"... Es lo que siempre se vende de la izquierda para crear rivalidad, y más aún, tensión política un tanto anacrónica. Es muy demagógico, y a la vez, reconfortante para el emisor, hacer referencia a que mi "contrincante" no es cristiano, o, al menos, menos cristiano que yo, como cuando de niño, derrochando prepotencia y prematura ignorancia, uno dice que es más inteligente o más hábil que su compañero. Es, pues, una postura facilona y, cuando menos, demagógica.
A pesar de ello, sigo pensando que en la era en que nos encontramos la comodidad de vida y la modernidad han apaciguado las tensiones de antaño de tipo ideológico que tantas guerras y tanto sufrimiento han creado a lo largo del tiempo, si bien es una pena que aun en el siglo XXI algún que otro sector de la sociedad siga sin separar la política de la religión, señal inequívoca de que debemos seguir luchando por una sociedad libre de prejuicios culturales e ideológicos.