En torno a las ocho y media de la mañana la Virgen del Rocío visitaba a la Hermandad de Almería en la plaza de Doñana. De manera anecdótica cabe advertir el sol que brilló ese instante; al poco de pasar la Virgen se nubló el día.
Fotografía: María del Mar Cantón García
1 comentario
Que bonito fue ese momento, la verdad es que la luz era muy especial, hacía un rato que acababa de amancer y el cielo estaba precioso. La señora llegó ante los hermanos de Almería, que la esperaban con los ojos llorosos.
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