La Voz de Almería. Una semana tras el objetivo
Los fotógrafos de LA VOZ dejan una enorme variedad de imágenes en estos días de PasiónQuizás les hayan visto esta Semana Santa armados con sus cámaras a la salida de las iglesias, haciendo guardia en las calles más estrechas o acodados en una esquina buscando el encuadre perfecto. Su trabajo es fundamental para que la prensa pueda expresar en imágenes la emoción de unos días que no siempre puede transmitirse en palabras. Son los fotógrafos, ‘atrapadores’ de una realidad -su realidad- que en muchas ocasiones se presenta invisible incluso para los propios espectadores de las procesiones.
La cámara de Joey Faggio captó la que quizás sea la instantánea más insólita de esta Semana de Pasión: una mantilla traicionada por el viento juguetón del Lunes Santo. Quizás por ser italiano, tal vez sin pretenderlo, el fotógrafo ha plasmado una imagen cien por cien mediterránea. Sensualidad y devoción, pecado y virtud en un mismo cuerpo, como si la Marilyn de ‘La tentación vive arriba’ hubiese sido soñada por Federico Fellini: ‘Amarcord, siglo XXI’.
También suya es la foto de la niña y su muñeca, una imagen que parece sacada de otra época. La cría parece estar lanzando un beso a un Cristo o una Virgen que no vemos. Poco importa a quién sea: apenas puede apartarse la mirada de esos ojos llenos de vida que expresan asombro, confianza, respeto, fe. Quizás sea la fe infantil la única verdadera. Fran Muñoz miró hacia abajo para retratar unos pies descalzos que se asoman bajo la túnica. Se adivinan cansados por el camino recorrido pero firmes para afrontar el que queda: una penitencia discreta, callada, desnuda.
Al suelo bajó Juan Sánchez para aprehender el instante en que los costaleros se elevan para conseguir que su imagen toque el cielo, un salto colectivo de fuerza y fe que encierra un año de ilusiones, ensayos y sacrificios compartidos.
Y de entre todos los devotos su cámara se fijó en uno de ellos: con los ojos vendados de negro sepulcral, cumpliendo quizás esas promesas que sólo se ven con el corazón.
La cámara de Joey Faggio captó la que quizás sea la instantánea más insólita de esta Semana de Pasión: una mantilla traicionada por el viento juguetón del Lunes Santo. Quizás por ser italiano, tal vez sin pretenderlo, el fotógrafo ha plasmado una imagen cien por cien mediterránea. Sensualidad y devoción, pecado y virtud en un mismo cuerpo, como si la Marilyn de ‘La tentación vive arriba’ hubiese sido soñada por Federico Fellini: ‘Amarcord, siglo XXI’.
También suya es la foto de la niña y su muñeca, una imagen que parece sacada de otra época. La cría parece estar lanzando un beso a un Cristo o una Virgen que no vemos. Poco importa a quién sea: apenas puede apartarse la mirada de esos ojos llenos de vida que expresan asombro, confianza, respeto, fe. Quizás sea la fe infantil la única verdadera. Fran Muñoz miró hacia abajo para retratar unos pies descalzos que se asoman bajo la túnica. Se adivinan cansados por el camino recorrido pero firmes para afrontar el que queda: una penitencia discreta, callada, desnuda.
Al suelo bajó Juan Sánchez para aprehender el instante en que los costaleros se elevan para conseguir que su imagen toque el cielo, un salto colectivo de fuerza y fe que encierra un año de ilusiones, ensayos y sacrificios compartidos.
Y de entre todos los devotos su cámara se fijó en uno de ellos: con los ojos vendados de negro sepulcral, cumpliendo quizás esas promesas que sólo se ven con el corazón.
Fuente: La Voz de Almería
2 comentarios
Esta mantilla es del Martes Santo q iba en el cortejo de Coronacion.
No me parece correcto la plublicacion por parte de la Voz de Almeria de esta fotografia...
Me parece que hay que ser un poco mas respetuosos con la Semana Santa de Almeria, porque con este tipo de publicaciones no estamos ayudando a nuestra Semana Mayor a ser, lo que los cofrades luchamos durante todo el año...¿es que este es el resultado de todo el esfuerzo de todos/as? ¿es esto lo que estamos buscando?, en fin... que cada una aguante su vela. Pero en mi opinion, me parece, al menos, incorrecto. Gracias
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